Compañía de tres

El lujo no es simplemente una palabra para describir la opulencia, porque la opulencia sin sustancia no tiene ningún significado. El lujo tampoco es sinónimo de comodidad inimaginable. De hecho, el lujo es un arte: el arte de vivir bien. Como Coco Chanel dijo una vez: «El lujo es lo opuesto a la vulgaridad y es la libertad de negarse a vivir de la costumbre». El verdadero lujo es rebelde, por encima del status quo: es elevado, es ilimitada belleza. Pero quizás lo que hace que el lujo sea tan único es su rareza, su altura y su inalcanzable seducción.

En los últimos 25 años, la evolución de Bruce Makowsky como artista se debe a su experiencia en el mundo de la moda: sus accesorios de diseño y bolsos le dieron la oportunidad de experimentar con materiales, como cuero y metales, y su experiencia en el mundo del desarrollo inmobiliario le ha dado la oportunidad de realizar plenamente algunos de sus conceptos y visiones artísticas. Además, su familiaridad tanto en el mundo de la moda como en el de las propiedades inmobiliarias le ha dado una visión única de los bienes de lujo y la mecánica del lujo. Como desarrollador de propiedades, solo, Makowsky es una anomalía completa. A diferencia de otros promotores inmobiliarios que simplemente construyen un hogar, Makowsky ve sus propiedades como lienzos en blanco donde puede crear trabajos permanentes basados en la instalación que se quedan con el nuevo comprador de la casa. No solo construye estas casas desde cero, sino que también crea las obras de arte que se encuentran dentro.